jueves, 25 de diciembre de 2008

Luruaco y la arepehuevo

Luruaco y la aerepehuevo
Por: Sófocles

Con el equipaje aligerado y el séquito disminuido hicieron su primera jornada hasta Turbaco. Prosiguieron al día siguiente con buen tiempo, pero antes del mediodía tuvieron que guarecerse bajo un campano, donde pasaron la noche expuestos a la lluvia y a los vientos malignos de las ciénagas.
El general se quejó de dolores en el bazo y en el hígado, (…) Al amanecer estaba en tal estado de postración, que lo llevaron sin sentido a la villa de Soledad». El general en su laberinto, Gabriel García Márquez.
Algunas premisas nos llevaron a mi amigo turbaquero el doctor Álex González y a mí a concluir que no fue a Turbaco donde llegaron, sino a Luruaco: 1.° Quien salga de Cartagena, por despacio que camine, no se demora una jornada para llegar a Turbaco. 2.° El campano, bajo el que se guarecieron, queda a menos de media jornada de donde salieron el segundo día. La región de Luruaco es famosa por sus ciénagas mas no la de Turbaco. 3.° El camino que de Cartagena iba a Soledad (la actual carretera de la Cordialidad) no pasaba por Turbaco, mas sí por Luruaco (como hoy la carretera). 4.° Quien se hubiera enfermado a menos de media jornada de haber salido de Turbaco se habría devuelto para Cartagena donde habría encontrado mejores recursos que en Soledad; pero a casi jornada y media de Cartagena (en caso de haber salido de Luruaco) era más fácil llegar a Soledad en otra media jornada. Después de este análisis, compartí con mi amigo el hecho de que las arepas de huevo de Luruaco eran únicas en toda la región. Hasta ahí íbamos muy bien en la privacidad de nuestros correos electrónicos, pero al pasar a este examen público, mejor era consultar algunos datos. Uno de ellos, el uso de la expresión culta arepa de huevo y no la popular que siempre hemos escuchado: arepehuevo. Tamaña sorpresa me llevé al encontrar en la página web oficial de Luruaco que no sólo no acepta la expresión popular, sino que la reemplaza por Arepa con Huevo (así, con mayúsculas y todo). Acudí a William Jiménez, uno de mis costeños de cabecera, a quien desenterré en El Bagre, y le pedí que me certificara si en su vida de costeño había escuchado a otro decir arepa con huevo. Su certificado fue negativo.

Gazapera 24 Noviembre 2008
Dirección web fuente:
http://www.elespectador.com/impreso/articuloimpreso93183-luruaco-y-aerepehuevo

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